Cuando descubres que eres tóxico

Después de acabar etapas dejas de ver a ciertas personas, cada quién toma un camino diferente.

Al principio ni siquiera sientes el cambio, simplemente sigues avanzando en el camino a corto plazo que parece tan claro.

Al mirar atrás es cuando te das cuenta de qué en un momento tu vida fue por una bifurcación y pocos siguen a tu lado. Recuerdas que hace cierto tiempo tu normalidad era otra, interactuabas de una manera cotidiana con personas que ahora ni reconoces.

Supongo que eso es normal, caminar y caminar para detenerte de vez en cuando y mirar hacia atrás. Sentir nostalgia para después sonreír y avanzar, Lo malo es cuando en lugar de sonreír te das cuenta de tus defectos.

Horrible es darte cuenta que esas personas con las que estabas antes están mejor sin ti. Su camino tenía que no incluirte para que crecieran, entonces te sientes frustrado y te preguntas ¿En qué momento intoxicabas su vida?

Todo quedaría como una pregunta pues correlación no implica causalidad, sin embargo, si esas personas expresamente se juntan para hablar mal de ti. Si entre ellos animan sus conversaciones con anécdotas de lo mala compañía que eres y de alguna manera tú te enteras de eso. Entonces, en ese caso en particular, la pregunta está respondida. Eres una persona tóxica.

Y en el momento en que acaba la etapa nadie te dio indicios de eso, nunca peleaste de manera explícita con ninguno. Al parecer ellos estaban acostumbrados a tu compañía como tú a la suya. Por eso te duele enterarte de que hablan mal de ti, te duele enterarte que el desagrado de tu recuerdo es una cosa que tienen en común.

No es que sean malas personas, como tu no eres una buena persona. Cada quién tiene sus matices y probablemente te critiquen con razón. Duele reconocer que eres controlador, egocéntrico y bastante persuasivo. Por eso ellos no se habían dado cuenta de lo mucho que les hacías daño hasta que se separan.

Lo normal sería aprender de la experiencia y empezar las siguientes etapas de tu vida con la lección asimilada, pero cómo cambiar tu personalidad sin perder tu esencia ¿vale la pena?

No puedes cambiar tu manera de ser sin un compromiso completo, necesitas estarte evaluando constantemente. Ahí es cuando te preguntas si la recompensa vale el sacrificio pues, no siempre sientes nostalgia.

Eres una persona independiente y con muchas metas. Puedes enfocarte en ellas y sentirte triste de vez en cuando, como todos.

Pensar de más lastima a cualquiera, generas escenarios en tu cabeza en los que no sales muy bien parado, de qué sirve saber que te odian. Simplemente mira a otro lado. Es tan fácil decir eso, lástima que sigues sintiendo afecto por esas personas.

Luego recuerdas que un clavo saca otro clavo, pero eso significa estar sujeto a intoxicar la vida de personas nuevas, eso genera inseguridad y no te abres del todo. Pues reconoces que abrirte a las personas es contraproducente.

Sabes que no eres una buena persona y estás obligado a tener un filtro.

Tener un filtro es lo mismo que ser hipócrita, por lo tanto, qué sentido tiene sembrar hipocresía en las relaciones. Solo es una pérdida de tiempo pues nunca será una relación verdadera.

Estar solo lastima únicamente cuando miras para atrás en tu camino y para tu suerte cuentas con muchos distractores, muchos sustitutos para tu pena. Sin embargo, de vez en cuando, puedes llegar a sentirte tan solo que decides escribir una entrada en un blog, hablándote a ti mismo en segunda persona.

Pero sabes qué, esto también pasará.
.




Gracias por leerme

Comentarios

Entradas populares de este blog

Guitarra en la esquina

Y la bloquee...