Carta para ti.
Te digo que tengo problemas, que me cuesta contárselos a alguien, que es
más fácil lidiar con ellos solo porque así no decepciono a nadie cuando fallo y
qué me contestas, me preguntas que ¿Por qué te odio?
No voy a la escuela por mi debilidad mental, tengo la sensación de
ahogarme, de ponerme el pie yo solo, ignoro a mis demonios y dejo que me rodeen
y ¿Qué es lo que piensas? Que no te quiero lo suficiente porque no muestro
interés, a pesar de que pasamos horas hablando en la noche.
Me pongo en este papel de víctima, que tanto asco me da, y qué haces, me
cuentas cosas de ti que no me habías comentado. Cosas mas fuertes de lo que a
mi me ha pasado, situaciones que te revelan como una persona fuerte y que ha salido
delante. Eso es admirable, pero no puedo evitar sentir que perdí la
competencia, que mis problemas son triviales.
Y lo son, mis problemas son completamente imaginarios. No pasan del terreno
económico y psicológico.
Piensas que tú haces todo en esta relación, te pido perdón por eso. Una
relación es de dos personas. Me pides que sea considerado contigo aunque sea
una sola vez. Por si quedaba la duda, me importas.
Admito que no me preocupo cuando estás con otros hombres, entiendo que no
eres de mi propiedad, pero esa no es la razón por la que no me preocupo. No me
preocupo porque en verdad no me afectaría si me fueras infiel, no sé la razón.
En este momento de debilidad estoy tentado a decir que es porque me siento poca
cosa, pero eso no es del todo cierto. Probablemente sé que yo también te sería
infiel llegado el momento así que…
No puedo causar lástima, no me gusta causar lástima. Escribo esto sin la
intención de que lo leas. Ya que te mostré un poco de este lado mío, el lado
débil, no puedo permitir que sigamos juntos. Lo siento, yo mismo me condeno.
Soy alguien acostumbrado a guardar sus sentimientos y evadir situaciones
incómodas, como no muestro mis defectos doy una falsa imagen de superioridad,
pero tengo tantos errores como las demás personas. Uno de esos errores es haber
encapsulado mis emociones, me cuesta sentir algo. Por eso te agradezco, gracias
a ti he llorado de manera tendida, no recuerdo cuando fue la última vez que
lloré. Al menos no soy un témpano de hielo.
A esta edad, uno empieza a buscar estabilidad, eso imagino. Tú no necesitas
a alguien que sea un niño en temas emocionales y que probablemente nunca
crezca.
A esta altura de la carta, si la llegases a leer algún día, deberías de
sentirte mal si es que significo algo para ti, yo sé que, aunque sea un poco,
me quieres. No quiero que pienses que mi
intención es que tengas culpa o convencerte, en medio de un momento emocional y
fugaz, a que sigamos siendo novios. Pues como decía la canción que te dediqué
yo soy de una manera y aunque pueda prometer cosas, al final se quedarán en
promesas.
A pesar de que dije que no me gusta causar lástima, cualquiera que lea esta
carta pensará que estoy desempeñando el papel de víctima, y tendría razón.
Me siento cómodo siendo el centro de mi universo, creo que tenemos eso en
común. Chocamos mucho porque nos gusta ser los dominantes y es difícil ceder,
al principio era divertido ceder de vez en cuando. Pero en cuanto me siento
utilizado me entra enojo conmigo mismo por permitirlo y no quiero que empiece
una lucha de poder entre nosotros.
Te quiero ahora, no puedo prometer que así sea por siempre. Ahorita me nace
decirte que eres la persona correcta, pero este es el momento equivocado. Me
gustaría que nos viéramos después de cierto tiempo a ver si el momento correcto
llegó o nunca existió.
A ti te gusta tener la última palabra, más de lo que te imaginas. Por eso
quieres que en temas importantes los demás empiecen para que tú puedas
terminarlos, me da miedo terminar esta carta por esa misma razón… sé que vas a
tener algo que decir…
Comentarios
Publicar un comentario
Me interesa tu opinión